lunes, octubre 16, 2006

Chile, país de eufemismos…

En ocasiones llega a ser desesperante…
Nos llenamos de eufemismos para referimos a los barrios dificiles, la pobreza, gays, lesbianas, ancianos, invalidos, ciegos, muertos, prostitutas y en especial en Chile, para hablar de temas delicados, como la dictadura.

Sobre esto último, parece ser que el miedo nos ha hecho llegar a tales cuidados, que incluso ahora, a 18 años del plebiscito, muchos no son capaces de decir “dictadura” en el almacen, o “golpe de estado” en el trabajo. La derecha acuñó términos célebres como “pronunciamiento militar”, y mientras algunos lo veían como un “golpe”, otros lo consideraban “la segunda independencia”… megalómana frase con que Pinochet definió su gracia.

Tal vez son muchas las verdades que nos cuesta decir. La dictadura nos tenía la boca cerrada y en vez de celebrar su fin escupiendo verdades, la democracia se ha convertido en la cuna del eufemismo, donde todos debemos “avanzar en armonía”. Pero lamentablemente lo politicamente correcto traspasó los límites de la política y se instaló en lo cotidiano.

Pasa en todos lados… Estados Unidos ha plagado de eufemismos sus invasiones. “Daños colaterales” le llaman a la muerte de civiles; “métodos de persuasión” a la tortura; y el mas irrisorio : “fuego amigo” que define la muerte de aliados, o de sus propios soldados en maniobras fallidas.

Las prostitutas son “mujeres de vida facil”, un hombre de color : un negro (ese es bastante racista), los economistas hablan de “crecimiento negativo” (que además es contradictorio) y en las empresas no te despiden : te desvinculan.

Los eufemismos siempre han existido en el lenguaje, pero llama la atención que en Chile tenga tantos adeptos, al punto de convertirse en un vicio. Lo hemos hecho la principal herramienta de nuestro doble estándar. Hace poco escuché uno para el bronce : “chilenos en situación de calle” para referirse a los indigentes. Cursi y ridículo.

A mi abuelo le gustaba que hablaran de “la tercera edad” y no de viejos… bien con él. Pero voy a andar por la vida usando 2 o 3 palabras demás, cuando puedo decir una ???
nunca tan mamón… me canso.

1 comentario:

Gabo dijo...

Lo más altamente takilla es cuando el eufemismo se transforma en rimbombancia... buena manera de hacer más interesante o menos rasca la pelienta realidad chilenna...
Es como la única forma de hecharle paja a la vergonzosa carencia de vocabulario existente en Chile.